Tener sueños lúcidos no es una habilidad que puedan tener sólo unos pocos elegidos. Más allá de esa realidad, el acceso a los sueños lúcidos puede ser más fácil de lo que piensas y a lo mejor, en tu caso, no requiere de grandísimos esfuerzos y tiempo para conseguirlos. A continuación redactaré 10 hábitos diarios que no requieren de mucho esfuerzo para conseguir ser una soñadora o un soñador lúcido.
- Establece la intención: Antes de irte a dormir, ten intención clara y fuerte de tener un sueño lúcido y date un motivo claro por el que tener un sueño lúcido. Tal vez quieres superar miedos, algún trauma o indagar en tu interior. Dite a ti mismo de manera afirmativa y con convicción que serás consciente de tus sueños mientras duermes para ganar en bienestar y autoconocimiento. Puedes hacerlo frente a un altar o en la misma cama, un par de minutos o 1 puede ser suficiente para establecer una intención.
- Visualiza: Antes de dormirte, visualiza vívidamente la experiencia de tener un sueño lúcido. Imagina que te das cuenta de que estás soñando, cómo te sentirías en ese momento y las acciones que realizarías. Cuanto más detallada sea tu visualización, mejor. Visualizar es algo que puedes hacer antes de dormir y no te llevará ni 5 minutos.
- Anota tus sueños: Mantén un diario de sueños y regístralo regularmente. Anota tus sueños tan pronto como te despiertes para recordarlos con mayor claridad. Esto fortalece tu conexión con tus sueños y te ayuda a estar más consciente de ellos.En este enlace te doy ideas de cómo llevar un diario de sueños. Anotar tus sueños o grabarlos en una app grabadora de sonidos no te llevará más de 10 minutos al día.
- Repasa sueños anteriores: Al finalizar tu actividad diaria o cuando decidas durante el día, repasa tus sueños anteriores y reflexiona sobre ellos. Esto fortalece tu conexión con tu mundo onírico y puede ayudar a mejorar tu memoria de los sueños. Además, identifica patrones o elementos recurrentes en tus sueños, lo que puede ser útil para reconocerlos mientras sueñas y volverte consciente. Leer algunos de tus sueños no te llevarán más de 10 minutos al día.
- Haz comprobaciones de realidad: Realiza comprobaciones de realidad regularmente durante el día. Cuestiona tu entorno y la realidad, pregúntate si estás soñando. Realiza pequeñas pruebas para confirmar si estás despierto o en un sueño. Esta práctica se transferirá a tus sueños y aumentará las posibilidades de que te des cuenta de que estás soñando. En este enlace tienes un ejemplo de cómo hago la comprobación de la realidad. Lo ideal es que hagas al menos 5-6 comprobaciones de realidad diarias. Realizar una comprobación de realidad no te llevará más de 1 minuto.
- Relajación profunda: Antes de acostarte, practica técnicas de relajación, como la respiración profunda o estiramientos suaves. Esto ayuda a calmar tu mente y preparar tu cuerpo para un sueño tranquilo y reparador. Una relajación de 5 o 7 minutos puede ser suficiente.
- Medita: Mucho se habla de la meditación como de un hábito para mejorar nuestra concentración, aumentar nuestra consciencia y observar cómo estamos, pues, además, gracias a la meditación también podemos mejorar nuestra habilidad para tener sueños lúcidos. Lo ideal es meditar un largo tiempo, pero meditando unos 10 minutos diarios suelen ser suficientes para comprobar los efectos positivos en nuestros sueños.
- Despierta a medianoche: Despertar a medianoche, unas 3 o 4 horas después de dormirte, es el momento ideal para tener sueños lúcidos, pues nuestro cuerpo se encuentra más descansado y nuestra mente más lúcida. Mantente despiert@ durante 10-15 minutos y vuelve a dormir. Puedes leer en ese tiempo sueños anteriores observando y cuestionando el porqué son sueños y no son realidad. Observa los patrones de tus sueños y luego vuélvete a dormir con la intención de soñar lúcido. Para despertarte a medianoche, simplemente ponte una alarma o acuéstate con la intención de despertarte a las 4 horas después de dormirte y te despertarás.
- Cuestiona tu mente: Cuestiona tu percepción, tus pensamientos y el porqué te sientes de tal manera, te ayudará a despertar tu lucidez. Para ello, observa el origen de tus pensamientos, observa cómo tus pensamientos te distraen de la realidad. Observa cómo las emociones van y vienen, observa como muchas de tus emociones vienen precedidas de creencias y vivencias pasadas. Tal vez, te sientes enfadado o enfada por algo que ocurrió ayer pero no está ocurriendo ahora. Cuestiona cómo sería tu realidad ahora si no tuvieras esos pensamientos en tu cabeza en este momento, ¿cómo te sentirías? Puedes hacer esas pequeñas comprobaciones durante tu día a día y tu rutina tal y como compruebas la realidad. Cuestionar tu mente no te llevará más de 1 minuto en cada cuestionamiento.
- Vive una vida más relajada: “Si quieres ser lúcido de noche, has de ser más lúcido de día”. Son palabras textuales de mis guías. Nuestra sociedad occidental nos lleva al límite del estrés y la ansiedad, pero muchas veces esto es por elección propia. Por ejemplo, si tienes un trabajo en la matrix, llegar 5 o 10 minutos antes al trabajo hará que vayas más relajado, no empezarás tu día laboral con el estrés de llegar a tiempo y estarás más relajada o relajado. No apures tus tiempos al máximo y no llenes tu tiempo de infinidad de cosas para hacer, deja espacios de vacío, de descanso y de relajación. Ir despacio por la vida, te hará estar más atent@ en tu día a día y así durante tus sueños tendrás más posibilidades de ser consciente de que estás soñando mientras sueños.
Y esto es todo, deciros que tengo un curso de sueños lúcidos disponible en el que puedo acompañarte y te puedo ofrecer consejos personalizados para mejorar y aprender esta potente habilidad onírica.
Deseo que este artículo te ilumine.
Que tengas un bonito día, una bonita tarde y, sobre todo, una lúcida noche.
Un abrazo enorme.