¿Cómo conseguir ser una soñadora o un soñador lúcido?

  • mayo 26, 2021
  • Fran Pavón
  • 6 min leer

¿Eres consciente de cuando estás despierto? En muchas ocasiones en nuestra vida, hacemos cosas como ducharnos, fregar o cocinar pero realmente nuestra mente está con aquello que haré después de cocinar, pensando en la última bronca que tuve con mi pareja o simplemente teniendo un diálogo mental con personas que veré próximamente. Una vez me dijeron mis guías: “Para tener más lucidez cuando duermes, has de ser más lúcido cuando estás despierto. Tal y como lo haces con una cosa, así lo harás en todas”. Ser consciente de que estás soñando implica cuestionar tu mente, tus pensamientos y la realidad que percibes a diario. Recuerda que mucho de lo que se sueña, son patrones inconscientes (de un pasado o vivencias de otras vidas) que son proyectados y reflejados en tu día a día.

Meditar me hizo ganar lucidez durante el día y la noche

Meditar con profundidad hizo aumentar considerablemente mi consciencia y mi lucidez, tanto que fue un salto cuántico. Meditar fue una de mis principales herramientas junto con la inclusión de mi diario de sueños. Uno empieza poco a poco a meditar sobre la respiración, también llamada meditación Samatha. Con esta meditación, lo que conseguimos es centrar nuestra atención sobre algún punto, también nos damos cuenta de lo mucho que divaga la mente y cómo se desvía la atención hacia los pensamientos. Centrando nuestra atención, entrenamos nuestra capacidad de concentración. La meditación sobre la respiración no te va a llevar más de 20 minutos diarios y ya de por sí hace que entrenes la habilidad de darte cuenta cuando tu inconsciente se cuela con tus pensamientos. Tengo un protótipo de este tipo de meditación en el anexo, así que míralo.


Pero la meditación que marca mucho la diferencia es la profunda, analítica o la llamada vipassana. Una vez que uno tiene dominio de la atención de la mente, empieza a centrarse en las diferentes partes del cuerpo para relajarlas. Después ya de ese punto, cuando ya podemos profundizar en la meditación, uno puede centrarse en su propia energía o también centrarse en la energía de su corazón. Puedes profundizar y sentir esa energía que te lleva a la inmensidad que hay dentro de ti, ve así hacia lo más profundo de ti. Es ahí donde se esconde toda tu luz, tu belleza, tu yo esencial. Pero también puedes centrarte en tensiones corporales y ver las imágenes, la información que te manda tu inconsciente de esas tensiones. Hacer este tipo de prácticas va más allá porque ves el origen de tus bloqueos y tus límites. Para tener esa profundidad se requiere de más tiempo, yo he necesitado como mínimo unos 30 minutos y a partir de ahí profundizar hasta los 45 o 60 minutos meditando sin parar. Como mínimo recomendaría meditaciones cortas de 10 o 20 minutos. Meditar me parece una herramienta que despierta mucha lucidez sobre la mente y el funcionamiento del inconsciente de uno mismo. Funcionamiento y variantes de la meditación hay miles. Si queréis saber en concreto algún tipo de práctica o utilidad, deja un comentario y te propongo alguna técnica.

Comprueba cuando caes en la inercia del inconsciente

¿Estás soñando en este momento mientras lees esto? Cuestionar si lo que estás viviendo en la vigilia es un sueño, es esencial. Como he dicho anteriormente, ese cuestionar contínuo de lo que pasa fuera y sobre todo lo que pasa dentro, te hace cuestionar tus propios pensamientos y, así mismo, tu propio inconsciente. Mientras estás despierto, vas entrenando tu mente consciente a darse cuenta de tu inconsciente. A mí me encanta hacer pequeños parones en mi día a día y no sólo para comprobar si estoy soñando o no. También lo hago para despertar más lucidez en mí y llevar la meditación en mi día a día. Por un momento, paro y me pregunto ¿Estoy soñando? ¿Eso que veo es un pensamiento o es realidad?

Técnica de comprobación de la realidad

Con esta técnica haremos comprobaciones de realidad para comprobar si estamos soñando o no. La técnica es sencilla y sólo has de seguir los siguientes pasos de manera regular durante el día. Podéis usar una app para que os recuerde que la hagáis como la siguiente o bien poneros un papel en el bolsillo para que cada vez que metas la mano en el mismo, te recuerde que realices lo siguiente:

1- ¿Estoy soñando? No lo asegures hasta que lo compruebes. Pregúntatelo y mira alrededor si pasan cosas raras como en los sueños. ¿Ves algo raro? Enfoca en algún punto para ver los detalles, los sueños, lo que se ve, se ve como borroso.
2- Mira las manos y si no se ven borrosas es que no estás en un sueño.
3- Lee alguna palabra que tengas cerca a tu alrededor, alguna cualquiera, o un texto. Luego le quito la vista y lo vuelvo a mirar. Si esa palabra, frase o pequeño texto no cambia, no es un sueño.
4- Tápate la nariz e intenta respirar. Si no puedes respirar es que no estás soñando.
5- Asegúrate que lo que ves y percibes no es un sueño.
6- Vuelve a mirar mi alrededor. ¿Estás soñando? Siente la energía de tu ambiente de manera consciente.
7- Vuelve a la actividad.

Hay muchas más técnicas y variadas formas de conseguir tener sueños lúcidos y esta es una de ellas. Esta técnica es perfecta para poder compaginar con otras técnicas. Iré subiendo técnicas poco a poco.

Te recuerdo que tengo para ti un mentoring para ayudarte a tener sueños lúcidos y sacarles provecho como herramienta de autoconocimiento. Puedes verlo a través de este enlace.

Un abrazo enorme


2 responde en “¿Cómo conseguir ser una soñadora o un soñador lúcido?”

  • Diego Velázquez
    enero 28, 2022 en 12:41 am

    Muy buen blog!! Gracias 🙏🏻😊

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos: El responsable del proceso es Fran Pavón. Tus datos serán tratados para gestionar y moderar tus comentarios. La legitimación del tratamiento es por consentimiento del interesado. No se cederán datos a terceros, salvo obligación legal. Tienes derecho a acceder, rectificar y cancelar los datos, así como otros derechos, como se explica en la política de privacidad.