Muchas veces durante el día, tenemos los ojos abiertos pero nuestra consciencia se encuentra apagada. Nuestra mente, en su afán compulsivo, está pero no está. Estamos cocinando pero a la vez estamos pensando en lo que hacer con la cena. Estamos andando para el trabajo y ya estamos pensando en lo que hacer después. Vivimos inmersos en nuestro consciente, soñando pero con los ojos despiertos, viviendo en gran parte una vida que sólo tiene lugar en nuestra cabeza.
“Si quieres tener sueños lúcidos, has de tener una vida más lúcida”
Tener sueños lúcidos supone para mí no sólo una diversión, es también un proceso autoconocimiento espiritual. Para los que no sepan lo que es un sueño lúcido, deciros que no es otra cosa que darte cuenta de que estás soñando cuando estás soñando. Mis guías durante una meditación profunda me dieron el siguiente mensaje: “Si lo que quieres es tener sueños lúcidos primero has de tener una vida más lúcida”. En aquella época ya había tenido alguna que otra experiencia con los sueños lúcidos pero inicié una búsqueda para aumentar tanto mis experiencias de sueños lúcidos como de viajes astrales. Recibir esta frase de los guías, me hizo ver que la práctica onírica y meditativa es mucho más efectiva cuando se expande a tu día a día. ¿Para qué meditar si no? Para mantenerte más lúcido en tu vigilia. Meditar no es evadirse, es llevar la consciencia en nuestro día a día y abordar el día desde nuestra luz interior. Y con los sueños, siento lo mismo. Los sueños no son sólo un lugar donde divertirse y evadirse de la vida diaria, son el escenario perfecto para brillar con más fuerza. Y es en la oscuridad de la noche cuando la luz de la noche nos muestra lo oculto.
Tener los ojos abiertos del cuerpo pero también los ojos de tu consciencia
Los sueños ocurren en uno de los momentos en el que más inconscientes nos encontramos. Los símbolos van apareciendo y desapareciendo durante cada escena del sueño y nos lo creemos tanto que nos sumergimos en ellos y, normalmente, sólo nos damos cuenta de que hemos estado soñando al despertar. Para ser conscientes de que estamos soñando, podemos entrenar a nuestra psique para que nuestro inconsciente despierte a nuestra parte consciente durante el sueño entre otras técnicas. Pero bajo mi propia experiencia, lo ideal es despertar del letargo y la inercia en la que vivimos en vigilia para vivir unos sueños lúcidos más lúcidos y plenos. Pues es también en nuestro día cuando también vivimos enganchados en nuestro inconsciente, y lo hacemos siguiendo la estela de una historia mental que no está ocurriendo en ese instante. Detrás de los sucesos de nuestro día a día, los símbolos aparecen en escena y se van y nosotros andamos constantemente preguntándonos el porqué de las cosas.
No te tomes tan en serio tu personaje
Si me preguntan, ¿qué técnica es la que más me funciona para tener sueños lúcidos? Sin duda diría que la atención plena, no porque consiga más sueños lúcidos, sino que porque me ayuda a ser más consciente dentro de los mismos y fuera de ellos. Lo ideal es entrenar a tu consciente como a tu inconsciente para despertar a tu consciente, para ver lo ilusorio como ilusión y centrarse en lo real. ¿Qué es real? ¿Qué es verdad? ¿Si retrocedieras 500 años atrás en el tiempo, pensarías igual? ¿Si vivieras en otro país y hubieras tenido otra familia, pensarías igual? ¿Cuánto se tiene en cuenta la opiniones de los medios, de los colectivos, de los de fuera y cuanto se va al fuero interior? Imagina a alguien que te hace enfadar mucho. Imagina que eres él o ella y que vives bajo sus mismas circunstancias. ¿Qué es real y que no? Es ahí la pregunta que te abre una llave para la lucidez en los sueños. ¿Es real lo que sientes? ¿Es real lo que estás pensando? ¿Es real lo que estás viviendo? Me encanta ver la encarnación como un teatrillo y ver como cada uno estamos representando personajes. Me gusta verlo así para no creerme tanto mi personaje y de vez en cuando improvisar en el guión. El telón sigue abierto, aun cuando no te estás dando cuenta de lo oculto, de los símbolos, de tu inconsciente.
Sin más, os recuerdo que acabo de abrir un método para que aprendas a desenvolverte con los sueños, sueños lúcidos y/o los viajes astrales. Se trata de un Mentoring y un compromiso mutuo de 7 meses para abordar el mundo onírico de manera personalizada e individualizada. Os dejo aquí el enlace por si queréis más info.